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Deberes del colegio: ¿demasiadas horas?

Luisa Carrasco

4 de julio de 2017

Salir de clase no significa terminar la jornada escolar para la mayoría de los alumnos. Hay un tiempo que dedicar durante la tarde a afianzar lo que se ha aprendido en el día, a motivar explorando nuevas cuestiones y, en muchos casos, a terminar lo que no ha dado tiempo durante la jornada escolar.

Deberes del colegio: ¿demasiadas horas?
Foto: Deberes fuera de la escuela

La inmensa mayoría de los alumnos realiza deberes escolares en España. El tiempo que se dedica a ello varía dependiendo del tipo de pedagogía que sigue cada colegio. De media se alcanzan las 6,5 horas semanales en alumnos de 15 años, que es la población que analiza el Informe Pisa responsable de estos datos. La media de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) es de 4,9 horas semanales. Por debajo, países con resultados en este informe muy buenos como Finlandia o Corea del Sur  donde sus alumnos dedican 3 horas semanales y obtienen los mejores resultados en el informe.

No más de 60 minutos al día

La cantidad de deberes es una de las principales variables relacionadas directamente en el tiempo que se invierte en casa.  El volumen depende en exclusiva de la política de cada centro educativo.   Aquí puedes comparar los mejores colegios de España. Investigadores de la  Universidad de Oviedo realizaron un estudio que trataba de analizar y conocer qué tiempo es el óptimo para la realización de deberes para que resulte beneficioso en el rendimiento académico. La conclusión es que todo lo que supere los 60-70 min. diarios es infructuoso, no produce un mejor rendimiento. Todo lo contrario, el aumento de ese tiempo provoca una brecha de rendimiento en el alumnado. Cuanto más tiempo tienen que dedicar los chavales a hacer deberes, más probabilidades hay de obtener peores resultados porque las diferencias se agravan.

Un informe de la OCDE, que también extrae los datos de PISA,  ¿Perpetúan los deberes las desigualdades en educación?, concluye que los deberes constituyen una oportunidad más de aprendizaje pero a la vez pueden ser una fuente de desigualdad. Aquellos alumnos que no disponen de un lugar adecuado o apoyos y motivación por parte de los adultos pueden ver disminuido su rendimiento. Los alumnos más favorecidos dedican mayor tiempo a hacer deberes, los colegios a los que asisten ponen más tareas, y eso contribuye a mejores resultados según el informe. Aunque con un límite, advierte al igual que lo hace el informe de la Universidad de Oviedo, pasar de cuatro horas semanales hace que dejen de ser eficaces.

Los efectos positivos que recalcan los defensores de los deberes son múltiples. Con el trabajo extra en casa se fijan mejor los conocimientos en la memoria a largo plazo, se establece un hábito de estudio y se trabaja la autodisciplina. El objetivo en parte es concienciar sobre la cultura del esfuerzo.

Comparador Colegios en España

Los deberes se inmiscuyen en la vida familiar

Pero hay padres y madres que están en contra de alargar la jornada escolar en casa con deberes obligatorios. Consideran que son una fuente de estrés que afecta a toda la familia y restan tiempo para el juego y las actividades no dirigidas que son esenciales para el desarrollo de los niños. Algunos entienden que con la imposición de deberes desde la escuela se produce una intromisión en la vida familiar que afecta a la libertad de organizar el tiempo de ocio de los niños y sus familias.

Entienden que los beneficios de las tareas fuera del aula no son tantos. La responsabilidad se puede trabajar desde otras actividades que no sean las estrictamente académicas. Señalan que no se respetan los tiempos y muchas veces se quieren adelantar conocimientos y experiencias que no corresponden con la edad.

Por otra parte opinan que mandar deberes sin criterio, sin tener en cuenta las capacidades o condiciones socio-económicas de cada niño favorece la desigualdad y provoca situaciones injustas. Aquellos niños con más apoyos abordarán mejor estas tareas. Los que carezcan de ellos se quedarán relegados. Entienden que la escuela tiene que asegurar que todos los alumnos que acuden a los centros alcanzan un nivel de conocimientos óptimo, y que es responsabilidad de los centros y del sistema educativo poner las herramientas y apoyos cuando las capacidades son diferentes. Creen que los errores detectados en los planes educativos o de organización no pueden repercutir en el tiempo de ocio que necesitan sus hijos.