Los estudios superiores de Danza tienen una duración de cuatro años y están completamente equiparados a una titulación universitaria.
Su principal objetivo es dotar a los bailarines de una formación superior que les permita continuar en el mundo de la danza cuando su edad o estado físico les impidan seguir sobre el escenario, a la vez que perfeccionan el dominio del cuerpo que han adquirido durante los estudios de grado medio.
Por lo general, a estos estudios solo acceden los bailarines que han alcanzado un buen nivel y han pasado por el grado elemental y medio, compaginando esta formación con los estudios generales, por lo que el ritmo de trabajo que están obligados a llevar es muy duro.
La carrera permite cursar dos especialidades: Pedagogía de la Danza y Coreografía e Interpretación.
La especialidad de Pedagogía de la Danza se centra en la preparación de los bailarines para que puedan ejercer la docencia. A través de estos estudios, los aspirantes adquieren los conocimientos y métodos necesarios para la trasmisión de estos saberes.
Por su parte, la especialidad de Coreografía e Interpretación forma a los estudiantes en la dirección de espectáculos y el montaje de coreografías.
Tanto en una como en otra especialidad, la investigación de la danza como fenómeno cultural y artístico ocupa un puesto relevante en el currículo. Además, ambas comparten un gran número de materias comunes.
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