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Aplica el Método Pomodoro para concentrarte en tus estudios

Bárbara Arbesú

6 de abril de 2023

Para trabajar de forma productiva hay que hacer pausas. Con regularidad. Y, preferiblemente, cada 25 minutos. Pues este es, ni más ni menos, el primer y casi único mandamiento del Método Pomodoro. Te explicamos las ventajas de emplear esta estrategia, tan simple como eficaz, para concentrarte en tus estudios.

Aplica el Método Pomodoro para concentrarte en tus estudios
Foto: Estudiante poniendo en práctica el Método Pomodoro

En qué consiste el Método Pomodoro y por qué se llama así

A finales de la década de 1980, un empresario italiano llamado Francesco Cirillo echó mano de un reloj de cocina con forma de pomodoro –‘tomate’ en italiano– para llevar la cuenta de sus periodos de concentración y alternarlos con periodos de descanso.

La estrategia propuesta por Cirillo no puede ser más sencilla: para aumentar su productividad al realizar tareas mentales, una persona debe alternar fases de trabajo concentrado (25 minutos) con pausas breves (5 minutos). Tras cuatro «pomodoros», que es como se llama a estos intervalos, debe hacer una pausa más larga, de 20 a 30 minutos. Y, a continuación, la secuencia vuelve a empezar desde el principio.

El Método Pomodoro está entre las técnicas de estudio que mayor ayuda pueden suponer para los estudiantes, especialmente en época de exámenes. Entre sus ventajas podemos citar:

  • Mayor productividad
  • Aprendizaje más rápido (más calidad y cantidad de trabajo mental)
  • Mejor planificación de las tareas
  • Mayor motivación

Además, el Método Pomodoro te permite mantenerte mentalmente «fresco» a lo largo del día. Otro aspecto esencial es que, de forma casi natural, nos ayuda a organizar las tareas: las tareas pequeñas se agrupan para ocupar un pomodoro, mientras que las tareas grandes las segmentamos inconscientemente en tal o cual número de «pomodoros». El resultado es que la tarea que tenemos por delante resulta menos abrumadora y no genera ansiedad.

Aplicando el Método Pomodoro

¿Cómo lo aplico para concentrarme en mis estudios?

El Método Pomodoro se basa en la idea de que las pausas frecuentes mejoran la concentración y la agilidad mental. Es, más que una idea, una certeza: varios estudios han demostrado el profundo impacto que tiene las pequeñas pausas en la concentración y en la creatividad. Introducir descansos y distracciones regularmente, por tanto, hace que trabajes mejor y que hagas frente a los grandes enemigos de todo aquel que debe concentrarse en una tarea mental: la procrastinación y las distracciones.

Una de las cosas hace tan atractivo y popular el Método Pomodoro es, probablemente, que aúna eficacia con simplicidad. Nada de complicaciones ni tecnicismos: basta con un simple reloj de cocina. Aun así, también existe software o aplicaciones (Focus Booster, Tomighty y un sinfín más) para llevar la cuenta del tiempo y de los pomodoros completados. Los mejores tienen una interfaz sencilla y permiten configurar la duración de las sesiones de trabajo y descansos, así como las alertas sonoras.

¡Fuera distracciones!

Por otro lado, para muchos de nosotros, concentrarse en una tarea exige sobreponerse a las distracciones de las pantallas que hay a nuestro ordenador: consultar el correo, leer el periódico, echar un vistazo a las redes sociales… Pues bien, la ayuda está en camino: las extensiones (add-ons) pomodoro, es también una de las herramientas que ayudan a combatir a estos ladrones de tiempo.

Los complementos o extensiones Pomodoro como FocusMe (para Firefox), Habitica Pomodoro SiteKeeperStrict Workflow (para Chrome) te ayudan a aplicar la técnica de concentración bloqueando, durante los intervalos de trabajo, ciertas páginas web, que sí están disponibles para consulta en los descansos.

Suelen aparecer como un pequeño icono en la esquina superior derecha de la barra de menú de tu navegador de internet. Se activan con un clic y además te avisan con una señal acústica cuando termina el tiempo de trabajo y empieza el de descanso.

Tú mismo indicas al complemento qué páginas web son tus «ladronas de atención»: Facebook, LinkedIn, el correo, los periódicos digitales y demás tentaciones en línea. Suelen tener un «modo estricto» que te impide desactivar el complemento para consultar las webs «prohibidas».