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Acreditación del B1: último requisito para obtener tu título universitario

Belén Cáceres

21 de mayo de 2018

¿Sabes que necesitas acreditarte en un segundo idioma para poder conseguir tu título universitario? Tras la implantación del Plan Bolonia, todos los estudiantes españoles deben tener al menos el nivel B1 en un idioma extranjero antes de terminar su Grado. Te contamos cuáles son las pruebas a las que puedes presentarte para obtener tu acreditación.

Acreditación del B1: último requisito para obtener tu título universitario
Foto: Acreditación B1

Según el informe Índice de Nivel de Inglés (EPI)  realizado por Education First en 2017, España está en el puesto 28º de los 80 países participantes en el estudio, siendo el 21º de los 27 países europeos. A pesar de que en el nuevo Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) acreditar un segundo idioma es condición sine qua non para obtener una titulación universitaria oficial, solo se cursa como materia en determinadas carreras como las filologías y en Grados relacionados con traducción o turismo. En estos casos, el idioma se aprende siguiendo el modelo de asignatura anual (12 créditos), y no necesitas la acreditación del nivel para recibir tu título universitario. Si superas esa asignatura obtendrás tu certificado, pero no podrás utilizarlo más allá del cierre del expediente y el acceso a cursos de posgrados (solo si es en la misma universidad en la que estudiaste el grado). 

Para el resto de los Grados, los estudiantes deben conseguir su acreditación de forma externa realizando los exámenes y certificados disponibles para ellos.

Acreditación de un segundo idioma

En la actualidad ya sabemos lo importante que es conocer distintas lenguas para desenvolvernos en sociedad y la búsqueda de tu futuro trabajo cada vez más competitivo.

La enseñanza de una segunda lengua en los colegios en España se basa en la explotación de la gramática en disminución de la capacidad oral en situaciones reales. El Plan Bolonia es un esfuerzo por asemejar la educación al modelo europeo y aumentar el nivel del conocimiento de idiomas que tienen los jóvenes.

Así pues, desde el curso 2009/2010, los estudiantes de Grado que quieran obtener el título de finalización de sus estudios deben presentar la acreditación de una segunda lengua como requisito imprescindible, así asegura que al menos han obtenido las competencias mínimas con respecto a un idioma. Asimismo, en el Real Decreto 1393/2007 se adopta una serie de medidas que, siguiendo el Espacio Europeo de Educación Superior, flexibilizan la organización de las enseñanzas universitarias, promoviendo la diversificación curricular y permitiendo que las universidades aprovechen su capacidad de innovación, sus fortalezas y oportunidades. El aprendizaje de idiomas sigue las líneas indicadas en el Marco Común Europeo para las Lenguas, parte de la política lingüística del Consejo de Europa, que funciona como base común para la enseñanza de lenguas extranjeras.

Pero, ¿qué idiomas y qué niveles?

Los idiomas en los que los estudiantes pueden acreditarse durante la carrera son los mismos de los que se pueden examinar en Selectividad: inglés, italiano, francés o alemán. En cuanto al nivel requerido, actualmente desde el Ministerio de Educación se pide un nivel B1 y es el que se solicita en la mayoría de las universidades. Si bien, algunos centros de Cataluña, Cantabria, Madrid, Baleares y Valencia ya piden el B2. El Gobierno ha anunciado que aquí a diez años todos exigirán el nivel B2. Existen varios exámenes en función del nivel de conocimiento del idioma que tengamos y nos queramos presentar.

NIVELES

¿Qué conocimientos se requieren? A los universitarios se les pide que sean capaces de entender las ideas principales de discursos y textos,  desenvolverse en la mayoría de las situaciones, manejar las descripciones… Su nivel debe corresponder al de un usuario que sea capaz de desenvolverse en este iExamendioma en casi cualquier situación.

En estos exámenes se valoran destrezas como la compresión auditiva, de lectura, interacción y expresión oral, y la expresión escrita. Destrezas que comúnmente conocemos como el Listening, Reading, Speaking y Writing. Para cada uno de los niveles, se establecen destrezas concretas, que atienden a la estructura del examen de idiomas en concreto. Muchas universidades ofrecen a sus estudiantes la posibilidad de obtener la acreditación gracias a exámenes que realizan ellas mismas. Pero también existen varios exámenes y certificados independientes disponibles para los estudiantes.

Cómo prepararte por tu cuenta

La mayoría de las academias especializadas en la enseñanza de idiomas siguen un libro de texto en el que se diferencian las partes del examen a realizar en concreto. Las clases consiste en la corrección de los ejercicios que haya mandado el profesor el día anterior y la explicación teórica de los aspectos más relevantes del idioma.  

Algunas comunidades autónomas como Andalucía ofrecen becas para pagar la formación en escuelas de idiomas. Además, hay universidades, como la de Alcalá de Henares que también son centros examinadores, y por lo tanto, tienen descuentos en las matrículas de los exámenes para sus alumnos. La mayoría de las universidades informan sobre las convocatorias de exámenes, lo más indicado es que te informes en tu centro y visites los organismos responsables de las becas en tu comunidad autónoma.

Si quieres prepararte por tu cuenta el examen, lo primero que debes tener claro es que solo tendrás éxito si lo haces con esfuerzo y constancia. Un idioma se aprende leyendo, escuchando y con compromiso para conseguirlo. Existen muchos consejos, guías, métodos sobre cómo estudiar inglés o cualquier otro idioma. La clave está en las sesiones de estudio diario de 20 minutos o media hora, leer en inglés, ver películas en versión original, escuchar música en inglés…

Si complementas la teoría del lenguaje con las prácticas diarias seguro que consigues tu objetivo. Pero, recuerda: aunque tienes cuatro años para poder acreditar el idioma, ¡qué no te pille el toro! Las prisas no son buenas compañeras de los exámenes, y teniendo en cuenta lo que supone aprobar o suspender la prueba, es mejor estudiar con tiempo las destrezas y competencias requeridas.