Mejora tu currículum con la mejor formación

9%

¿Qué quieres estudiar?

Cuatro prácticos consejos para redactar el Trabajo de Fin de Grado (TFG)

Livia Arroyo

26 de mayo de 2022

Estás en tu último año de carrera y para poder finalizarla debes entregar tu TFG. Ya has elegido el tema y has encontrado la persona que te tutorizará, pero aún te falta lo más importante: ponerte a escribir. El pánico a la página en blanco puede bloquearte. O puede que tengas dudas sobre cómo afrontar la tarea porque no se parece a los trabajos que has hecho hasta ahora. Si es así, no te preocupes. Aquí encontrarás una serie de consejos que te serán muy útiles para redactar el trabajo de fin de grado.

Cuatro prácticos consejos para redactar el Trabajo de Fin de Grado (TFG)
Foto: Estudiante redactando el TFG

¿Qué objetivos quieres alcanzar con tu TFG?

Antes de ponerte a redactar el trabajo de fin de grado (TFG) debes tener claros cuáles son sus objetivos. Porque esto determinará su estructura y cómo debes afrontarlo.

Un TFG es una memoria, un proyecto o un estudio de carácter original relacionado con cualquiera de las materias que has estudiado durante la carrera universitaria.

Su objetivo principal es demostrar la adquisición de competencias, habilidades y conocimientos durante los estudios superiores. Del mismo modo que en cualquier trabajo académico en una revista.

Debes ser capaz de probar que sabes encontrar información relevante y de calidad, que sabes analizarla críticamente y que conoces cómo argumentar alrededor del tema de estudio.

Primeros pasos para redactar bien tu Trabajo de Fin de Grado

Una vez que has definido el tema con tu tutor deberás definir la estructura de tu TFG, el esquema que vas a seguir. Haz un primer borrador con los puntos principales y con los subcapítulos que contendrá. Algunos de ellos son fijos y deben aparecer siempre:

  • Introducción: Sirve para presentar al lector tu trabajo. Debe contener la justificación del tema, porqué es importante. Olvida las consideraciones personales, como gustos o intereses particulares, porque están fuera del ámbito académico. Tiene que incluir también una breve explicación de los diferentes puntos y una reflexión sobre la metodología utilizada.
  • Estado de la cuestión: Se trata de exponer, de forma cronológica, las diferentes etapas por las que ha pasado la investigación en tu tema de estudio.
  • Conclusión: Debe contener los resultados principales de tu trabajo presentados de forma clara. Pero recuerda que no es un resumen, sino una exposición razonada de las conclusiones más importantes que hayas alcanzado.

Déjate orientar por tu tutor, y ten siempre presente que se trata de un esquema cambiante. Lo podrás modificar según vayas avanzando, para adaptarlo mejor al contenido y los resultados. Es el proceso normal para redactar cualquier Trabajo de Fin de Grado p TFG.

Cómo usar correctamente las fuentes de tu TFG

En base a los objetivos que se han definido más arriba, uno de los elementos de mayor importancia es la búsqueda de información.

Utiliza exclusivamente fuentes fiables, es decir, que provengan de entidades o investigadores acreditados, y que hayan sido sometidas a revisión por pares. Olvida las fuentes en Internet que no cumplan estos requisitos, porque puede ser motivo de suspenso.

En el uso de las fuentes es importantísimo que no hagas plagio. Todo lo que tomes de otra persona debe estar correctamente citado, aunque no uses sus palabras exactas.

Todas las fuentes que hayas usado deberán aparecer en nota y en la bibliografía.

Cuida al máximo la ortografía en tu TFG

Una vez que tienes el esquema y la mayor parte de las fuentes, queda redactar el Trabajo de Fin de Grado.

Presta atención a la ortografía y a la sintaxis. Usa el corrector y diccionarios, también de sinónimos para enriquecer el léxico.

No fuerces el estilo. No se trata de escribir una obra de arte, sino de que el lector comprenda lo que quieres decir. Usa frases sin demasiada subordinación y sigue siempre un hilo lógico.

Recuerda que, como todas las habilidades, la habilidad de redacción mejora con la práctica, y no desesperes si tienes que reescribir. Forma parte del proceso normal.