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¿Qué estudiar para ser técnico de instalaciones de gas?

Javier F. Parra

4 de mayo de 2023

Las profesiones de reparación o mantenimiento suelen ser de las más estables del mercado. Los servicios que ofrecen estos técnicos son necesarios para que empresas o particulares aseguren el buen funcionamiento de sus equipos y maquinarias. Uno de estos profesionales es el técnico de instalaciones de gas. En este artículo te contamos qué funciones realiza, qué estudios requiere este trabajo y qué perspectivas laborales ofrece este perfil profesional de cara al futuro.

¿Qué estudiar para ser técnico de instalaciones de gas?
Foto: Técnica de instalaciones de gas

¿En qué consiste el trabajo de un técnico de instalaciones de gas?

Ya sea en los edificios de una empresa, en una comunidad de vecinos, un local o una vivienda unifamiliar, las instalaciones térmicas, al igual que las instalaciones eléctricas o de otra índole, deben cumplir con determinadas normativas de seguridad. Esta obligatoriedad requiere de una inspección y un mantenimiento constante. Además, también son habituales las situaciones en las que se producen averías, fugas o roturas en algún elemento de la instalación.

El técnico de instalaciones de gas es un profesional con formación y experiencia en la instalación, reparación, revisión o mantenimiento de los sistemas de energía y climatización con gas. Los sistemas de calefacción, ya sea central o individual, las calderas industriales, los calentadores o las cocinas son algunos de los equipos e instalaciones con los que trabaja este profesional.

Entre las funciones que suelen realizar, podríamos destacar las siguientes:

  • Inspección periódica y de control del servicio de gas.
  • Actuaciones de reparación en situaciones de emergencia.
  • Reparación de averías comunes.
  • Sustitución y actualización de elementos del sistema.
  • Limpieza, revisión de instalación o mantenimiento de aparatos.
  • Diseño y ejecución de proyectos de instalación de gas.

En la mayoría de los casos, estos técnicos trabajan directa o indirectamente con una empresa autorizada de gas para la que realizan la mayoría de sus trabajos. Las perspectivas laborales, por lo tanto, son altas, ya que pueden trabajar por cuenta ajena o decidir iniciar un proyecto por cuenta propia.

La obligación de cumplir con una normativa exhaustiva en relación a la seguridad de las instalaciones térmicas o de fluidos, requiere de profesionales expertos en este tipo de operaciones.

Formación requerida: la obtención del carné RITE

La particularidad de este perfil profesional está en la autorización oficial que necesita para realizar el trabajo. Es lo que se denomina el carné profesional RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios). Sin este certificado, emitido por la Dirección de Industria de la Comunidad Autónoma, no es posible realizar tareas como instalador de gas.

Para obtener dicho certificado, emitido siempre a título personal, existen varias vías. Por un lado, se puede obtener directamente con un título universitario de Ingeniero Industrial o Ingeniero Técnico Industrial.

También si se han cursado determinados Ciclos de Grado Superior, como el de Mantenimiento de Instalaciones Térmicas y de Fluidos, y otros equivalentes de FPII. De igual forma, se puede obtener el carné RITE al estar en posesión de diferentes Certificados de Profesionalidad de esta rama.

Por otro lado, se puede conseguir tras superar un curso y pasar un examen de certificación posterior. Los pasos serían los siguientes:

  • Realizar una formación de 450h teórico-prácticas en una entidad homologada para tal efecto.
  • Superar un examen ante una entidad certificadora independiente, o bien ante la propia Dirección General de Industria de la Comunidad Autónoma. Este segundo caso es más económico, pero exige acreditar una experiencia profesional como técnico en una empresa de, al menos, 3 años.

El técnico de mantenimiento o instalador de gas, a su vez, suele contar con una serie de habilidades y competencias personales como la capacidad de análisis y resolución de problemas, de toma de decisiones, el autocontrol o la orientación al cliente y la vocación de servicio, esenciales en trabajos científico-técnicos y manuales.