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Tanatoestética y tanatopraxia

Mayte Guillen

1 de febrero de 2017

Ambos son oficios muy demandados, pero poco conocidos por el público en general. La tanatoestética se centra en técnicas de maquillaje para difuntos, mientras que la tanatopraxia muestra las diferentes formas de embalsamamiento y conservación de cuerpos.

Tanatoestética y tanatopraxia
Foto: Tanatoestética y tanatopraxia

“A dos metros bajo tierra” es una serie de culto que empezó a emitirse en 2000, y que narra la vida de los Fisher, una familia muy especial que posee una empresa funeraria en Los Ángeles. Esta serie tuvo el mérito de mostrar al público por primera vez, de forma natural e incluso con una chispa de humor negro, el tema de la muerte y de aquellos que tienen que trabajar con ella diariamente, como son los profesionales de la tanatopraxia y la tanatoestética.

¿Cómo trabajan estos técnicos?

El profesional de la tanatoestética centra su trabajo en el maquillaje y peinado de personas fallecidas. Aunque no se trata de una profesión nueva, en los últimos años está despegando como alternativa de empleo, sobre todo entre maquilladores y profesionales de la estética que ahora se encuentran sin trabajo.

La tanatoestética forma parte junto con la tanatoplastia de las técnicas conocidas como tanatopraxia. Para algunos, la tanatoestética forma parte de las labores que debe realizar el tanatopractor o agente funerario, pero otros lo consideran trabajos independientes.

El tanatopractor se especializa en el conjunto de técnicas que se aplican sobre el cuerpo del difunto para su limpieza, conservación, embalsamamiento, restauración, reconstrucción y cuidado estético, y también en los diferentes soportes para su presentación.

El objetivo final es preparar el cuerpo para que presente el mejor aspecto posible, y así poder reducir el impacto emocional sobre la familia y allegados. Para ello, los profesionales de la tanatopraxia y la tanatoestética deben realizar estos procesos respetando los diferentes ritos religiosos y manejando diferentes técnicas en las que deben estar cualificados.

Ventajas e inconvenientes

Una de las bazas con las que cuentan estas profesiones es la estabilidad laboral que ofrece el sector funerario, que está formado por unas 1.600 empresas en nuestro país y ocupa en España a entre 30.000 y 40.000 trabajadores. Otro de los puntos a su favor es el sueldo que se puede conseguir trabajando como tanatopractor o técnico en tanatoestética (entre 1.700 y 2.100 euros al mes, como media).

El principal obstáculo es, sin duda, la propia actividad. No todo el mundo “vale” para trabajar cada día con personas fallecidas, aunque el sueldo y las opciones de empleo sean buenas.

¿Dónde formarse en tanatoestética y tanatopraxia?

Canadá y Francia son los dos únicos países que conceden de forma oficial el título de Tanatopractor. En España se imparten varios cursos especializados en tanatoestética y tanatopraxia, para los que no se necesita formación previa, y también se puede acceder a un diploma de Postgrado en Tanatopraxia de la UAB dirigido a licenciados en Medicina, Enfermería y Psicología que quieran especializarse en este campo.

En el programa “Aquí hay trabajo” de la 2 de TVE responsables de Portalparados hablaron sobre estas profesiones.