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5 ideas para reforzar conocimientos este verano

Ester Carrasco

11 de julio de 2017

Este verano puedes ayudar a que tus hijos refuercen conocimientos realizando actividades sencillas y económicas. Solo hay que poner voluntad y participar de una manera activa en la tarea de refuerzo. Mantener una actitud lúdica resultará más motivador para ellos. Puedes adaptar las ideas que te damos a su edad y a su nivel, relacionándolas con contenidos que hayan estado viendo durante el año.

5 ideas para reforzar conocimientos este verano
Foto: Reforzar conocimientos en vacaciones

1. Editar un vídeo

Hay que crear un guión y buscar todo lo necesario para montar las escenas. Ya solo tener que narrar un contenido obliga a sintetizar, ordenar y asimilar lo que se quiere contar.

Se puede basar en la dramatización de un acontecimiento histórico, realizar un reportaje sobre el entorno natural en el que os encontráis, elaborar una recopilación de recortes de vídeos publicados en Internet que expliquen un concepto matemático o construir paso a paso, a modo de youtuber, una pieza que se haya explicado en Tecnología, por ejemplo.

La actividad puede completarse insertando títulos cuando se mencione algún dato especialmente importante y traducirlos a otro idioma. Deja que disfruten de la fase más creativa y alocada, esto reforzará su nemotecnia.

2. Ciclo de charlas

Esta actividad es muy apropiada para llevarla a cabo en grupos de familiares o de amigos, con distintas edades y diferentes niveles educativos. Cada uno tiene que explicar en un tiempo determinado (por ejemplo, en 3 minutos) un conocimiento que ha aprendido como estudiante. Cuando termine su exposición, el resto tiene que plantear cómo les enseñaron ese mismo conocimiento, o bien, si no lo hicieron, con qué otros conocimientos lo pueden relacionar o bien qué dudas les genera.

Al tratar un mismo tema desde varios puntos de vista, se conseguirá mayor capacidad de análisis y actualizar los conocimientos.

3. Día del experimento

Los experimentos son una manera excelente de llevar a la práctica conceptos teóricos. Las áridas formulaciones se traducen en vivencias. Esta actividad consistiría en instaurar un día a la semana (o uno a la quincena) como el día del experimento. En los libros de texto de ciertas materias, como Ciencias de la Naturaleza, se plantean experimentos. Muchas veces, éstos se quedan pendientes de practicar durante el curso por falta de tiempo. Las vacaciones resultan un momento ideal para llevarlos a cabo.

Si en el libro no se encuentra material suficiente, hay muchas prácticas publicadas en webs educativas donde se plantean experimentos adaptados a los currículos escolares.

Comparador de colegios en España

4. Noticiario al día

Cualquier publicación periódica, como una revista o un periódico, se divide en secciones. Tomando como base esta estructura, las secciones serán las principales asignaturas que se han cursado, pero dándole un estilo más de revista. Por ejemplo, las de Matemáticas pueden ser la sección «A contar».

Durante la semana se realiza uno o dos artículos en los que se explica un concepto que se ha estudiado. Se añaden ejemplos, material gráfico (como fotos o vídeos), retos para resolver, recursos donde se puede encontrar más información, fichas prácticas o incluso alguna pequeña entrevista a alguien de nuestro entorno que conozca especialmente el tema. La búsqueda de información y la manera de disponerla con un orden narrativo conseguirán afianzar conocimientos.

5. Concursos de agilidad mental

Hay muchos juegos con los que se puede trabajar la destreza mental. Los alumnos, habituados a asistir a clase durante el año, pierden agilidad mental en cuanto llega la época de vacaciones. El descanso es necesario, pero se pueden proponer pequeños retos donde haya que poner en práctica habilidades como la rapidez de cálculo o la adquisición de vocabulario.

El supermercado puede ser un buen momento: gana quien se acerque más al importe de la compra antes de pasar por caja. Un diccionario también será de utilidad: uno señala una palabra al azar y los otros tienen que dar la definición (o al contrario, se adivina la palabra a partir de la definición que se da). Este juego puede reforzarse con un diccionario de idiomas. Hay muchas más posibilidades, entre las que se encuentran fórmulas de conocidos programas de TV: un pasapalabra, conseguir llegar a una cifra mediante una operación, formar la palabra más larga a partir de unas letras que se dan aleatoriamente…

Una combinación adecuada de estas actividades puede resultar motivadora, además de servir como programa de refuerzo. Hay que tratar de adaptarlo a la edad correspondiente. Para conseguirlo, los adultos tendrán que dar un repaso a lo que se ha estudiado durante el año.